
El monaguillo de Fátima
Para la ciencia es imposible que un ser humano pueda sobrevivir cuarenta días y cuarenta noches en medio de un desierto, sin agua ni sal. Esa hazaña de Cristo en ayuna es de las más increíbles del Nuevo Testamento, más, ese sacrificio nos ilustra una capacidad sobrenatural innata en el hombre para sobreponerse a la adversidad.
Cuando sufrí un infarto a los sesenta y ocho años los médicos nunca me dijeron el por qué me había sucedido. No hubo mención de una posible diabetes ni estado de prediabetes. Sin embargo, antes del incidente notaba manchas oscuras bajo mis axilas, entre piernas y rodillas. En ese entonces no lo sabía, pero esas manchas eran un síntoma de diabetes.
Transcurrió algún tiempo mientras investigaba la posible causa de mi infarto, cuando un día descubrí la prueba de hemoglobina glicosilada (Hb A1c). Fui corriendo al laboratorio porque presentía que había encontrado la razón fundamental de aquel ataque cardíaco. El resultado de mi primera prueba arrojó un 5.9 % en la escala prediabética, en verdad yo era un prediabético.
Enseguida emprendí otra carrera a la oficina de mi médico de cabecera donde me dijeron que no existía un tratamiento para la prediabetes, solo que me cuidara. Ni siquiera una pastillita me dieron y me aconsejaron que no aumentara ese número porque al llegar al 6.5 % ya caía oficialmente como diabético, entonces sí me podían medicar.
El monaguillo ante la adversidad
Sentía que me estaba hundiendo en arena movediza sin que nadie me tendiese la mano. Seguramente ese estado de prediabetes fue la condición que lastimó mi corazón.
Me puse a leer e investigar y claro que sí. Encontré que siendo prediabético la persona puede sufrir tanto o más que un diabético declarado. Aprendí que el consumo de comestibles procesados, harinas, aceites de semillas, carbohidratos y azúcar alteran el equilibrio metabólico de la persona. Ese desbalance puede desembocar en lo que se conoce como Síndrome metabólico, una condición que conduce a una gama de enfermedades y condiciones crónicas.
Las estadísticas en el mundo industrializado muestran que un 88 % de la población cae bajo la tasa de prediabetes. Muchas personas quedan expuestas a brotes sorpresivos de enfermedades y condiciones nocivas de salud. La ironía es que los médicos lo saben y nada pueden hacer al respecto por órdenes de la jerarquía. Si no, muchos se salvarían porque al tener los datos se preocuparían por hacer algo que les ayude.
Después de todo, la responsabilidad por la salud recae en el individuo y no en los médicos. El problema es que hay personas que creen lo contrario, van al médico con la actitud de “aquí estoy yo, cúreme.” Hasta donde yo sé por experiencia propia, en las oficinas médicas sólo recetan medicamentos para aliviar síntomas y ordenan pruebas para diagnosticar condiciones y/o enfermedades.
Le corresponde a cada cual educarse en cuanto a qué es lo que le afecta. En este escrito voy a insistirle a mis contrapartes, que pidan que se les haga la prueba de hemoglobina glicosilada (Hb A1c), esa sería una buena ruta de concientización hacia una salud mejorada.
La prueba Hb A1c
La escala para la interpretación de los resultados de la prueba Hb A1c comienza en:
- 4.8 % excelente
- Menos de 5.7 % normal
- De 5.7 % hasta 6.4 % prediabetes
- 6.5 % en adelante diabetes
Esta prueba se realiza cada 3 meses si es necesaria o cada 6 meses como medida preventiva. Al descubrir que yo era prediabético, concluí que en realidad tenía diabetes. El no haber alcanzado un 6.5 % me descalificaba de ser oficialmente declarado ‘diabético’, por ende, tampoco se me podía medicar.
Entonces, decidí: tengo que hacer por mí lo que otros no pueden, tengo que luchar y educarme lo mejor que pueda hasta alcanzar un nivel de salud óptima.
Ayuno Intermitente
“El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?”
— Isaías 58:6
El ayuno intermitente es un arma poderosa a la disposición de cada ser humano. Una vez se limpia la cocina de productos artificiales, entonces se abre el camino hacia la sanación, salud y renovada juventud.
Los científicos explican casi a la perfección cómo es que funciona este sistema. En el año 2016, el japonés Yoshinori Ohsumi fue galardonado con el Premio Nobel por su descubrimiento en torno al rejuvenecimiento de las células por medio del ayuno. Este proceso es conocido como Autofagia, que en griego significa comerse a uno mismo. A través del ayuno, células cancerosas, disfuncionales, muertas y avejentadas son eliminadas de nuestro cuerpo.
Beneficios de la autofagia
Mediante el ayuno intermitente o el ayuno prolongado, se obtienen beneficios increíbles que ofrece la autofagia, tales como:
- Pérdida de peso
- Mejor presión arterial
- Mejor digestión
- Mejora el sistema cardiovascular
- Emisión de colágeno
- Estado de cetosis
- Combate y previene enfermedades crónicas
Tipos de ayuno intermitente
- 16/8: 16 horas en ayuna con una ventana de 8 horas para comer (no más de 2 veces). Nada entre comidas, solo agua y sal, té o café sin azúcar.
- 18/6: 18 horas en ayuna con una ventana de 6 horas para comer. Mismas condiciones.
- 20/4: 20 horas en ayuna con una ventana de 4 horas para comer.
- 24 horas: Solo se come una vez al día.
Ayuno prolongado
El cuerpo humano está compuesto por trillones de células. Entre más horas en ayuna transcurran, mayor es el alcance en beneficios.
Se estima que en un ayuno de 36 horas se logran beneficios significativos. Es decir, más allá de mantener un peso corporal adecuado y un buen estado de salud, el proceso de autofagia se pronuncia con mayor entereza.
Se ha estimado, según los expertos en el tema, que un ayuno prolongado de 72 horas es lo suficiente como para reestabilizar todo el sistema inmune.
También se ha estudiado la posibilidad de librarse, de por vida, del cáncer al completar 7 días consecutivos en ayuna.
El ayuno es un fenómeno de transformación biológica que faculta una regeneración agresiva en el cuerpo humano. Con solamente abstenerse de ingerir comestibles durante un cierto horario, se experimentan cambios positivos en la salud.
El primer requisito en el ejercicio exitoso del ayuno es tener fe; la fe mueve montañas y esa misma fe vence la tentación y nos lleva por el camino de la sanación, salud y una renovada juventud.
Nota: Al momento de este escrito, el autor registró un 5.39 % en la escala de la prueba Hb A1c, una puntuación muy distante de ser clasificado prediabético. Colesterol alto: cómo identificarlo y prevenirlo de forma natural
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